Ansiedad

La característica principal de este trastorno es la preocupación excesiva y persistente (más de la mitad de los días durante al menos 6 meses). Las expectativas suelen ser catastróficas sobre una amplía variedad de temas tales como el trabajo, los estudios, la familia, la salud propia o la de otros, el dinero u otros temas de menor importancia como pueden ser las tareas domésticas, hacer gestiones, reparaciones del coche o cualquier pequeño problema que se plantee en las relaciones interpersonales

La preocupación es excesiva ya que produce una elevada ansiedad tanto en intensidad como en duración y no tiene proporcionalidad con las probabilidades reales de que se produzca un acontecimiento negativo. La persona trata de poder controlar ese estado de continua preocupación pero le resulta muy difícil. En los niños son los padres los que al observarlos pueden percibir las dificultades de éstos para poder controlar sus preocupaciones.

La ansiedad puede manifestarse con los siguientes síntomas:

  1. inquietud o impaciencia
  2. fatigabilidad fácil
  3. dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
  4. irritabilidad
  5. tensión muscular
  6. alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)

Para cumplir los criterios de trastorno de ansiedad generalizada se han de cumplir 3 (o más) de estos síntomas de ansiedad (algunos de los cuales han persistido más de la mitad de los días durante los últimos 6 meses). En los niños sólo se requiere uno.

El tratamiento Cognitivo-Conductual ha mostrado ser el más eficaz (tratamiento bien establecido con fuerte apoyo a la investigación). Las técnicas de terapia cognitiva se centran en la modificación de los patrones de pensamiento y creencias catastróficas propias de la persona que padece de preocupaciones irracionales (este método se denomina reestructuración cognitiva). Las técnicas conductuales incluyen el entrenamiento de relajación, la programación de «tiempo de preocupación» específicos, así como la planificación de actividades placenteras, y la exposición controlada a los pensamientos y situaciones que están siendo evitados. El propósito de estas exposiciones es ayudar a la persona a comprobar que los pronósticos temidos no se cumplen.

Eliminar la ansiedad de tu vida dejará un amplio espacio para tu felicidad.