Desde que estamos en el útero, nuestro cuerpo va grabando nuestra historia en cada célula; hay episodios difíciles, algunos traumáticos y otros tremendamente hermosos. Todos ellos hay que integrarlos en nuestro corazón-cerebro o cerebro-corazón.
La llamada “conciencia corporal”, es algo que se aprende y se potencia en la psicoterapia; es la capacidad de escuchar los mensajes de nuestro cuerpo y ayudarle a liberar memorias, tanto traumáticas como hermosas.
Estos nuevos caminos activan la neuroplasticidad cerebral natural del cerebro para reconocer el funcionamiento perturbado y reconstruir historias para evitar una sintomatología patógena o limitar nuestra energía vital; para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.